martes, 1 de diciembre de 2009

El arte de vivir del arte

EL ARTE DE VIVIR DEL ARTE
Marisa Raygoza Bernal

¿Cómo se vive del arte? Si nosotros como estudiantes de artes plásticas no nos hicimos esa pregunta al decidir ingresar a esta carrera, seguramente a nuestros padres les dio mucha curiosidad. Aunque dudo que la cuestión no sea una piedrita en el zapato de todos los que elegimos adentrarnos en este mundo. Muy seguramente fue esta gran incógnita, guardada en algún lugar recóndito de mi mente junto con una bola de preconcepciones e inseguridades, la que por mucho tiempo me abstuvo de tomarme en serio mi sensibilidad y apreciación por el arte. A diferencia de la mayoría de mis compañeros, mi ingreso a la carrera fue algo tardío. Tengo 31 años, cuando la media de mi generación anda entre los 20 y 25 años. No es una gran diferencia, tampoco una desventaja, sin embargo, debo admitir que mi inclinación hacia el arte siempre estuvo ahí, pero fue por mucho tiempo subestimada. Y ¿por qué? En gran medida por mi ignorancia con respecto a este punto: ¿Es posible vivir del arte? Hoy en día, cursando el quinto semestre de la Licenciatura en Artes Plásticas, persisten muchos signos de interrogación rondando en mi cabeza pero puedo decir que ya vislumbro ciertas posibilidades. El arte, sin duda, tiene muchas vertientes y son muchos los caminos que se pueden tomar. Cuáles son algunos de estos caminos y cómo tomarlos es lo que espero encontrar en el libro de Felipe Ehrenberg, El arte de vivir del arte. Su lema en la portada: “¡Los artistas que prosperan son los que tienen el corazón en el arte y los pies en la tierra!”, nos da una idea de la aproximación que el libro hace al tema. Mucho se romantiza en cuanto al arte y la vida del artista. La idea de este 'manual' como el mismo Ehrenberg lo llama, es precisamente la de aterrizar al mundo real su quehacer. Ser artista es una profesión como cualquier otra en donde se requiere de trabajo, disciplina, organización, esfuerzo e ingenio para prosperar, en otras palabras, para que sea redituable. Pero antes de empezar a hablar sobre el contenido del libro, considero pertinente hablar un poco sobre el autor. Si nos está ofreciendo este manual sobre cómo vivir del arte es porque evidentemente él mismo vive del arte.

ANTECEDENTES DEL AUTOR
Para empezar, si googleas el nombre de Felipe Ehrenberg, te van a salir 271,000 páginas donde es mencionado, lo cual no es poco decir. Con certeza, podemos afirmar que tiene una gran presencia en la red. Esto ya nos da indicio de la notoriedad que tiene este personaje y de lo activo que se mantiene en una gran variedad de actividades. En la red puedes encontrar desde su portal personal, fotos de él, de sus obras, artículos de revistas y enciclopedias virtuales sobre su trayectoria, reseñas de exposiciones, entrevistas, venta de sus libros, hasta incluso su filmografía en la base de datos de IMBd (The Internet Movie Database). Él mismo se hace llamar un neólogo, aduciendo a su versatilidad dentro del mundo del arte. Dentro de lo más destacado en su trayectoria, que data ya de poco más de 50 años, podemos mencionar que ha sido artista invitado en varios centros e instituciones culturales de diferentes partes del mundo, por ejemplo en el Instituto de Arte de Chicago, La Universidad Río Piedras, en Puerto Rico, la Academia Manuel Belgrano de Buenos Aires y el Proyecto Para Las Artes, en Washington. En México es mejor conocido como pintor y dibujante, pero a nivel internacional se le reconoce como plástico multidisciplinario, libro artista y performador. Su obra figura en célebres colecciones en el extranjero. Cabe mencionar que también se ha dedicado a impartir cursos y seminarios sobre experimentación en el arte, promoción cultural, muralismo colectivo, y más recientemente, sobre la administración profesional del artista. Con todo esto podemos suponer que cuando Ehrenberg nos presenta este manual sabe de lo que está hablando.

CONTENIDO
¿Qué significa vivir del arte? ¿Significa que vivo de mi producción artística? ¿Que doy clases en la Escuela de Artes? ¿Que trabajo en promoción cultural? Puede significar todas esas cosas. Ciertamente, si vemos el ejemplo de Ehrenberg, para él significa eso y más, puesto que ha desempeñado diversos roles dentro del medio del arte. Pero ¿de dónde surgen las oportunidades para hacer tal o cual cosa? De tu empeño; las oportunidades tú las buscas y puedes llegar tan lejos como lo desees. Esa es una de las enseñanzas que el autor intenta transmitir. Trabajo, organización, disciplina. No se puede llegar lejos en el mundo del arte si no te tomas el arte en serio. Hay que echar abajo los clichés del artista; no es posible quedarse sentado esperando que la inspiración llegue. Hay que ponerse a trabajar, y no solamente en producción de obra. El entramado mundo del arte exige que tengamos algo de escritores, de administradores, de contadores, de relacionistas públicos, etcétera. Tenemos que llevar a cabo un sin fin de actividades que no tienen que ver directamente con la producción de obra pero que son fundamentales para la promoción de la misma y de nosotros como artistas.

Lo que este libro propone es precisamente una manera práctica y profesional de hacer las cosas en nuestro quehacer, y está basado en la experiencia del autor en el medio. Se aboca principalmente en lo que respecta a producción, organización y manejo de obra, con especial énfasis en el aspecto de la organización. Existe el cliché de que un artista lleva una vida loca y desordenada. Los artistas que aspiran prosperar no pueden darse ese lujo. Puede que estén un poco locos, pero sí deben absolutamente llevar un orden en sus asuntos.

Para empezar ¿cómo organizas tu tiempo? Evidentemente debes hacer un tiempo para producir. Lo que nos sugiere el libro, y el sentido común también, es que sopesemos y analicemos en qué momentos somos más prolíficos, es decir, más creativos o inspirados, y de qué tiempo disponemos para producir. Para esto hay que saber cuáles son nuestras prioridades. Por ejemplo, yo como madre, no me puedo poner a producir a cambio de descuidar a mi hijo. En nuestra agenda (una herramienta muy útil, cuyo uso promueve también este libro) deben ir primero nuestros compromisos primordiales (con la pareja, tu hijo, tu trabajo, etcétera.) y en base a eso organizar el resto del tiempo para crear. Idealmente nuestros momentos de inspiración y el tiempo con el que contamos para producir coinciden. No siempre es así, pero no por eso debemos dejar de trabajar.

Un punto que toca de pasada el libro es el de ‘los bloqueos’. Según Ehrenberg, existen y a todos nos pueden suceder, pero son transitorios, así que no son motivo para alarmarse demasiado. Una buena estrategia para combatirlos es hacerse de un buen arsenal de ideas. En nuestros momentos más creativos se nos pueden ocurrir un montón de ideas, hacer un montón de apuntes, bocetos, etcétera, de piezas que no siempre llevamos a cabo por X o Y. Es recomendable entonces llevar un buen archivo de esas ideas, bocetos, apuntes.

Volviendo al tema de la agenda, otro punto a considerar son las temporadas. Hay temporadas del año que, desde el punto de vista económico, son más favorables para la venta de obra que otros. Las galerías, tomando en cuenta esto, programan así sus temporadas de exhibiciones. También están los eventos o ferias culturales que suelen darse por las mismas fechas anualmente. Lo más acertado será contemplar estas temporadas y eventos para nuestra proyección y programar nuestras exhibiciones dentro de estos tiempos. De esta manera, podemos fijarnos en el año determinados meses para producir y organizar todo lo referente a la o las exhibiciones.

Otro apartado importante en el libro es el que se refiere al espacio donde producimos y la manera en que lo organizamos. Ya como estudiantes, con tantos trabajos y tareas, se va haciendo patente la necesidad de contar con un espacio donde podamos producir y almacenar nuestra obra. Obviamente no siempre se cuenta con los recursos para disponer de un taller personal. Una posible solución planteada en el libro seria alquilar un espacio común para ti y un grupo de tus colegas y entre todos compartir los gastos. Para que funcione, obviamente no se debe de perder de vista el aspecto de la organización y el orden. Se debe acordar desde el principio cuales serán las áreas de trabajo, los horarios, el uso del material, etc. Una de las ventajas de compartir gastos con colegas es que además pueden compartir opiniones e intercambiar ideas que pueden enriquecer tu proceso.

Ya sea si se cuenta con taller personal, grupal, o sólo un pequeño espacio dentro tu casa, se debe designar un área para la producción de la obra, otra para su almacenamiento y otra para archivo de documentos y manejo de tu agenda, que bien puede ser una laptop. Una vez que has terminado la producción de tu obra se debe hacer ficha técnica de cada pieza, donde especificas el titulo, dimensiones, técnica, fecha, y se debe hacer un registro fotográfico de la misma que igualmente se debe archivar debidamente. Del archivo fotográfico de tu obra puedes armar uno o varios portafolios, importante instrumento para su promoción y tu proyección como artista además de tu currículo. Al respecto el libro también trae un apartado sobre cómo hacer tu currículo y los diferentes tipos que existen según las exigencias. Así mismo trae un formato sugerido para contrato en caso de pactar exhibiciones o asociaciones con galerías o instituciones culturales, así como de una variedad de otros formatos que pueden ser de utilidad según la necesidad. Todo con la finalidad de promover una mayor formalidad en nuestras relaciones profesionales.

Queriendo hacer una relación entre lo que postula este libro y la vida real de un artista visual profesional, le hice una entrevista al ya conocido profesor de dibujo de la Escuela de Artes de la UABC y muy activo artista en el círculo cultural local, Luis Garzón Masabó, quien amablemente respondió a mis preguntas que servirán para confirmar que en efecto sí es posible vivir del arte.

Marisa-
¿Cómo fue tu quehacer una vez que terminaste tus estudios en artes? ¿Qué hiciste saliendo de la carrera?
Garzón-
Saliendo del Instituto Superior de Artes La Habana Cuba, entré a trabajar como ilustrador y diseñador en la editorial Oriente Santiago de Cuba, mi ciudad natal, donde por dos años antes realicé mis prácticas profesionales. Luego me proponen dirigir el departamento de diseño de la editora, función que realicé por tres años, hasta que me traslade a la ciudad de La Habana a dirigir también el departamento de diseño, esta vez en la editorial Científico- Técnica cumpliendo así ocho años de labor editorial después de graduarme.
Durante la segunda mitad de ese periodo realicé simultáneamente obras pictóricas y dibujos, unos relacionados con textos literarios y temas étnicos relacionados con la problemática místico religiosa de la sociedad cubana.

M- ¿Haz recibido becas?
G- Todos mis estudios, tanto de nivel medio (preparatoria) como superiores los realicé bajo el régimen de becarios que paga el gobierno cubano, incluso recibí un estipendio (ayuda económica en efectivo) durante los tres últimos años de la carrera.

M- ¿Cuando empezaste a vender tu obra?
G- Mis primeras obras las vendí cuando terminaba el nivel medio en Santiago a una empresa que la usó para decorar sus espacios.

M- ¿Se puede decir que vives del arte? ¿Desde cuándo?
G- Si, lo puedo afirmar con toda seguridad, pues desde que me gradué, ya sea trabajando como ilustrador, diseñador, promotor, profesor y artista visual, este último de manera individual así como miembro de Internacional Gallery USA primero y más recientemente con  La Caja Gallery en Tijuana. 

M- ¿Cómo se lleva a cabo la venta de tu obra? ¿Trato directo, a través de algún intermediario, alguna galería?
G- De las dos maneras y por eventos como subastas o ferias de arte, como miembro de galería o participación directa en algunos de esos eventos.

M- ¿A quién le vendes tu obra?
 G- En este orden: Empresarios, coleccionistas profesionales, amigos,  a museos, galerías y hasta niños.


M- ¿Das factura, certificado de autenticidad?
G- Si, pero sólo en algunos casos que me lo solicitan.

M- ¿Donde produces y almacenas tu obra?
G- En mi estudio. La obra que es para exposición se empaca, identifica y conserva en área designada para ese fin en mi estudio. Otras obras se quedan expuestas en las paredes de mi estudio, teniendo siempre obras de etapas pasadas.

M- ¿Guardas archivo fotográfico de toda tu obra?
G- Por supuesto que sí, pues unos me sirven para alimentar las pagina web personales y para llevar mi registro de producción de por vida.

M- ¿Cómo agendas tus exposiciones?
G- Algunas galerías me programan dentro de su programa anual; otras voy y presento proyectos.


M- ¿Qué porcentaje de comisión manejas con las galerías?
G- Depende. En algunos casos 40%, otros 50%.


M- ¿Firmas contrato o convenio con las galerías o es de palabra?
G- Sí se hace contrato.

M- ¿Guardas relación con curadores y críticos? ¿Cómo es esa relación?
G- Mantener relación con curadores o críticos, por un lado, les permite que se acerquen a lo que haces y tienen más elementos para valorar lo que haces, por un lado, por otro el que te hagan comentarios, críticas de tu obra en el estudio u otros contextos, permite de alguna manera estar enterado de proyectos y del rumbo que llevan las artes según la visión de estos personajes que de alguna manera llevan el rumbo de las tendencias en el mudo el arte, si te interesa estar vinculado de esa manera es bueno.

M- ¿De qué otro tipo de profesionistas te has valido en tu quehacer (abogados, contadores, diseñadores, etcétera.)?
G- Diseñadores, para la parte de promo, ya sea en página web, invitación, carteles impresos etcétera, contadores por lo de las declaraciones fiscales. Teatro, haciendo escenografía, diseño de logos para eventos musicales y/o festivales o como jurado en concursos  plásticos. Ahora como maestro de la Escuela de Arte, haciendo vinculación de estudiantes de teatro con estudiantes de plástica.

M- ¿Has participado en colectivos?
G- Desde que estudiaba se produjeron dinámicas de ese tipo, generado por mis maestros y ya profesionalmente dirigiéndolo yo para realizar mis propias obras en espacios públicos o donde participamos con igualdad de intereses.

M- ¿Qué tan importante ha sido en tu carrera el vínculo con tus colegas y demás personajes del mundo del arte?
 G- La interdisciplinaridad o la trandisciplinariedad permite que los artistas actuales complejicen su pensamiento y nos alejamos mucho más de la ultra especialización, característica de las años 50 y 60 y por su puesto antes, facilitando así que el proceso creativo sea más rico, profundo y sobre todo variado.

M- Aparte de trabajar en tu producción artística y ser profesor de la Escuela de Artes, ¿de qué otra manera te has desempeñado en el mundo del arte? (¿escribes? ¿das talleres? Etcétera.)
 G- Como ya te comente antes, hice diseño grafico y editorial, ilustración editorial, talleres de dibujo y pintura a jóvenes y adultos, conferencista, jurado de concursos de artes visuales, algo de actuación, promotor y curador.


M- ¿Por qué te estableciste en Tijuana, qué oportunidades te ofreció la ciudad para que te quedaras?
G- Debo ser sincero y decir que la casualidad jugo su papel en esta historia, pero ya en la ciudad el que no existiera una Escuela de Artes como esta, combinado con mi formación profesional en Cuba se generó un nicho de oportunidades para mí, pues fui llamado a trabajar en la UABC, Escuela de Artes, justamente cuando se fundó.
Fuera de este contexto académico, la ciudad generó en mí trasformaciones de tipo conceptuales, ideológicas y por su puesto en la producción artística que me ha permitido llevar mi condición de migrante a planos superiores.

M- ¿Cómo distribuyes tu tiempo? ¿Qué porcentaje le dedicas a tu producción, al esparcimiento, a tu vida personal, a aspectos administrativos, etcétera.? ¿Guardas una agenda?
G- Aunque si bien no soy un reloj suizo ahí la llevo. Aproximadamente distribuyo el tiempo así: 30% de clases, 20% de actividad sociocultural, 40% de producción, 10% de extras. Sí llevo agenda

M- ¿Cuál dirías que es la cualidad que te ha ayudado a mantenerte dentro del mundo del arte?
G- Por sobre todo, el gusto por lo que hago, el ego, el gusto por el éxito y la eterna esperanza de que las personas que ven mi arte salgan enriquecidas espiritualmente y por supuesto cargadas del porcentaje de conocimiento que les pueda aportar.

CONCLUSION
Aunque en gran parte suena mucho a libro de motivación personal para artistas (que hay que admitirlo, sí la necesitamos!), y a momentos caiga en lo anecdótico o sea de repente demasiado coloquial en su estilo de escribir, Ehrenberg nos ofrece sin duda muchas soluciones prácticas a cuestiones propias de nuestro quehacer en las que, como estudiantes de artes sin gran experiencia, no reflexionamos. A veces vemos muy lejanas posibilidades que en realidad están totalmente a nuestro alcance si nos decidimos a ejercer esta profesión con responsabilidad. Igualmente, el ejemplo de Garzón, apoya la premisa básica del libro que nos dice que si escoges el arte como tu profesión y te desenvuelves como profesional, con empeño y disciplina, es posible hacer del arte tu forma de vivir.

BIBLIOGRAFIA
Ehrenberg, Felipe, El Arte de vivir del arte, Biombo Negro Editores, México, 2000.

Ehrenberg, Felipe, Artes visuais Portal, Biografía, 30 de octubre, 2009, de http://www.ehrenberg.art.br/bio.html















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